martes, 9 de diciembre de 2014

'Mujeres de Tinta: Ellas en el cómic' en Expocómic + 'Charlando con Dafne' en el Museo ABC

Diseño de cartel de Ana Galvañ


¿Dónde están ellas en el mundo del cómic? La actual edición del
Salón Internacional del Tebeo de Madrid - Expocómic se ha propuesto responder a esta pregunta y, para ello, ha contado con la colaboración de la Asociación de Autoras de Cómic (AAC)

Del 12 al 14 de diciembre, en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, os invitamos a la exposición "Mujeres de tinta (Antología de autoras de cómic)", una muestra de originales comisariada por Marika Vila, y al ciclo de conferencias y mesas redondas Charlando con Dafne que durante tres días tendrá lugar en el Museo ABC


Mujeres de tinta (Antología de autoras de cómic)

El objetivo de la muestra es acercar su obra al gran público, así como presentar el trabajo de las nuevas generaciones de autoras que actualmente se dedican a la viñeta dentro y fuera de nuestras fronteras. En palabras de Marika Vila: «El cómic hecho por mujeres necesita ser visto desde una nueva mirada, ya que históricamente han sido ignoradas por la mirada tradicional; de hecho, es lo que necesita el cómic en general para crecer: atraer nuevas formas de mirar. Por eso tiene que rescatar a las mujeres de sus entrañas, porque siempre han estado ahí, en la zona opaca». 


La exposición "Mujeres de tinta"se estructura en cuatro partes

  • El cómic infantil y juvenil femenino desde la República a la Dictadura (1937-1970)
  • La eclosión de la autoría femenina en el nacimiento del cómic para adultos español en la Transición (1977-1995)
  • La 2ª Ola de nuevas autoras (1990-2000)
  • La 3ª Ola de jóvenes autoras, que alimenta un flujo imparable desde el cambio de milenio hasta la actualidad (2002-2014)


Charlando con Dafne en el Museo ABC

En línea con el mensaje de recuperación histórica y visibilización del trabajo de las mujeres, desde la AAC hemos organizado un ciclo de conferencias, donde se abordarán temas que preocupan y competen a la industria del cómic y al lugar que ocupan no sólo las autoras, sino también las editoras, libreras, divulgadoras y lectoras.  

Las tardes del viernes 12 y el sábado 13, así como la mañana del domingo 14, seis mesas redondas hablarán del presente de todas en la actual industria del cómic, así como de la historia de muchas de ellas en el cómic español. La entrada a Charlando con Dafne es libre y gratuita. El lugar, el Museo ABC (C/ Amaniel, 29), siendo las paradas de Metro más próximas San Bernardo y Plaza España (Ver mapa).

A continuación os detallamos el programa:


>> VIERNES 12 DE DICIEMBRE:

De 17.00 a 20.00h. Modera Elisa G. McCausland.

Ellas en la industria del cómic (ahora): Autoras, libreras, editoras, lectoras, divulgadoras.
EMMA RÍOS (autora), NEREA RUBIO (Madrid Cómics), LUCÍA GONZÁLEZ (Libros de Autoengaño), NATALIA CARRERO (escritora).  
Herstory (o historia de ellas) en el cómic español: Sobre las olvidadas. 
CARLA BERROCAL (autora), LUCÍA GONZÁLEZ (organizadora del Comicca y editora), PILAR VICENTE DE FORONDA (escultora y secretaria general de Clásicas y Modernas), GALIT GAON (directora del Museo de Diseño de Israel). 

>> SÁBADO 13 DE DICIEMBRE:

De 17.00 a 18.30h. El sexto sentido: Ellas y el humor. Modera Patricia Martínez (Librería Mujeres y Compañía).
ANA BELEN RIVERO (autora), LAURA SANTOLAYA (autora), DARÍO ADANTI (Mongolia).
 De 18.45 a 20.00h. Sobre el proceso creativo y ganarse la vida: ¿Autoras precarias? Modera Elena Cabrera, periodista.
MAMEN MOREU (autora y librera), MIREIA PÉREZ (autora y librera), OLGA CARMONA (autora), ALIXE LOBATO (Tik Tok Cómics).

>> DOMINGO 14 DE DICIEMBRE

De 10.30 a 12.00h. She is my heroine: El cómic de superhéroes también es cosa de chicas (aunque no tanto como nos gustaría). Modera Elisa G. McCausland.
SARA PICHELI (Guardianes de la Galaxia). JILL THOMPSON (Scary Godmother, Wonder Woman). DAVID MACHO (representante de autores).
De 12.30 a 14.00h. Do it yourself: Ellas, fanzineras. Modera Alejandro Such (Librería Delirio).
CONXITA HERRERO (Carinio Ediciones), VIRGINIA DE DIEGO (Sandwich Mixto), CRISTINA MATEOS (Las Aventuras de Baltasar y Franco).


¡Os esperamos!

viernes, 5 de diciembre de 2014

Rosa Galcerán, la fuerza y la minuciosidad narrativa. Por Marika Vila


Hace un año me felicitaba y felicitaba a mis compañeras al iniciarse un esperanzador proyecto de futuro para las mujeres del cómic. Con el nacimiento y puesta en marcha de la Asociación de Autoras de Cómic (AAC) y con la ratificación de sus objetivos al crear un premio de honor para dar reconocimiento y visibilidad a nuestras predecesoras pioneras, dábamos un gran paso en el rescate de una genealogía vital. El acontecimiento se inauguró con la concesión del Premio Honorífico de la AAC a Núria Pompeia, pionera en la autoría feminista, simbolizando en ella nuestro compromiso con el empoderamiento de espacios de proyección en el mundo del cómic. Un año después, la AAC otorga ya su segundo premio y la autora escogida para recibir su homenaje ha sido esta vez una gran artista veterana, Rosa Galceràn Vilanova, (Barcelona 1917) pionera que encontramos entre las firmas de autor ya en la etapa republicana.


Esta gran profesional se inició en la historieta comercial en una época crítica, la guerra civil, cuando había que cubrir las vacantes dejadas por los hombres, pero su resistencia creó y mantuvo un espacio importantísimo en la profesión durante más de treinta años y su trabajo motivó la vocación y la profesionalización de muchas de sus lectoras.

Formada en la Escuela de Artes y Oficios Llotja de Barcelona, Rosa Galceràn fue alumna del escultor catalán Frederic Marés, la influencia del cual podemos percibir en la solidez estructural de su dibujo y en una preocupación formal, perfeccionista y ordenada, en el desarrollo discursivo de la narración gráfica. También el movimiento romántico dejó su impronta paisajística en la precisión idealizada de sus fondos, exquisitamente trabajados. La construcción bajo el dibujo, tanto como la preocupación por la obra bien hecha, la distinguen muy especialmente marcando la personalidad de un trazo que, por otra parte, resulta análogo en cuanto a solidez o fuerza –cualidades consideradas masculinas– al de cualquiera de sus compañeros. Con estas características –aunque siempre dentro del marco que el género le permitía– se formó el indiscutible estilo que lideró la introducción de las historietas para niñas en los cuadernillos de cuentos de hadas de la colección Azucena (Ediciones Toray) de la que esta autora fue alma mater durante casi treinta años.

Pero Rosa Galceràn empezó a publicar mucho antes, en 1937, durante la guerra civil, en la revista libertaria Porvenir, órgano de la Federación de Escuelas Racionalistas de Cataluña, dedicada a los niños obreros y campesinos. Recogía así la tradición socialmente comprometida de sus antecesoras, Lola Anglada y Pitti Bartolozzi, primeras plumas femeninas en la historieta española. Aunque siempre ha sido una excepción llena de dificultades la incorporación de las mujeres a esta profesión, cada época ha presentado problemáticas diversas que hay que contemplar, pero la constante ha sido siempre la desaparición de sus huellas, motivando así la excepcionalidad de cada nueva aparición femenina.

Según la misma Rosa Galceràn llegó a comentarnos con motivo de la exposición Papel de Mujeres (1978) la situación bélica favoreció fundamentalmente sus inicios en la profesión, ya que la mayoría de hombres estaban en el frente y las mujeres, como sucedió en otros ámbitos, tuvieron un acceso inusitado a unas publicaciones huérfanas de dibujantes. Por esta causa desde el principio estuvo muy solicitada por las editoriales, pero el lugar que acabó acogiéndola -una vez recompuesta la situación en la dictadura- fue el campo segregado de la publicación femenina que la ha marcado con la invisibilidad, como a tantas otras mujeres en las distintas profesiones dominadas por el masculino. A pesar de esta circunstancia, la labor de Rosa ha sido una extensa y destacada obra que espera reivindicación. 


Es poco conocida también la trayectoria de Rosa Galceràn como pionera en las primeras películas de animación: El capitán Tormentoso, Garbancito de la Mancha y Alegres vacaciones, donde trabajó junto con su compañero de la revista Porvenir, Arturo Moreno. Ya en la postguerra participó en las publicaciones de Consuelo Gil Mis Chicas, pero fue durante un período no muy largo ya que, a mediados de los años cuarenta dejó todas sus colaboraciones para centrarse en la dedicación plena a la colección Azucena de Ediciones Toray (1946-1971) a pesar de hacerlo con los niños en su falda, mientras entintaba. Para ella, dibujar tenía el sentido de la vida y de la poesía y de ella formaban parte sus hijos.

Rosa Galceràn participó activamente en la creación y formato del cuaderno de historietas de de más largo alcance en la historia del cómic español, según nos documentó en 1975 el historiador Juan Antonio Ramírez, que lo valora como la influencia pedagógica más fuerte recibida por las mujeres nacidas entre 1940 y 1960. 

Por supuesto, el contenido de cuentos de hadas de la colección fue adjudicado a la formación moral del espacio femenino, pero conviene distinguir que el fuerte componente tradicional de la pedagogía impuesta por el régimen se ejercía por medio de cuentos clásicos que preconizaban la bondad, la abnegación, el sacrificio y la obediencia, como virtudes femeninas obligadas, pero mantenían cierta diferencia con la pedagogía aun más peligrosa que detrás de una apariencia frívola y superficial mostraban las otras colecciones contemporáneas femeninas dirigidas a una nueva clase media en formación. La moda y el consumo, ligados a una fuerte ideología de clase, construyeron el patrón femenino del franquismo ideológico en el desarrollismo de los años 60 que nos adjudicó el nuevo rol de promotoras del consumo y celadoras del orden burgués bajo las convenciones banales.


El dibujo de Rosa Galceràn en los cuentos de hadas se aleja de la ligereza y vacuidad que más adelante se irán imponiendo como supuestas características del estilo femenino. Por el contrario, el trabajo de Galceràn tiene estructura y fuerza y una construcción dinámica de personajes. Rosa huye del abuso del primer plano -que tan típico de este género llegará a ser posteriormente- en beneficio de la potencia del discurso gráfico y podemos observar como aborda sin miedo la dureza o la obscuridad de líneas en la fuerza de sus fondos, especialmente narrativos y minuciosamente elaborados.

Su obra despertó la vocación de muchas lectoras que siguieron colaborando más tarde en la misma colección. Desgraciadamente las marcas características de su trazo fueron disolviéndose en sus seguidoras por la nueva concepción de femineidad marcada por la propia segregación del medio. En ella las trazas de género fueron imponiendo una prevalencia de la ingenuidad en la línea, el predominio de los blancos (vacíos) y los elementos decorativos simplificadores más ligados a la moda, los maquillajes, los peinados o los complementos, que a la narrativa y la profundidad en la construcción del dibujo.


Rescatar a Rosa Galceràn en la memoria colectiva es fundamental para desmontar la femineidad o masculinidad de trazos y géneros, al mismo tiempo que desvelamos como se construyen desde afuera las distinciones debidas al sexo de la autoría. Considero especialmente interesante su elección y espero que escogerla nos inspire. Deseo que rescatar su memoria refuerce nuestra capacidad de resistencia y de colaboración. De hecho, con ella, con la posibilidad de hacer realidad un Segundo Premio Honorífico, la AAC celebra haber llegado hasta aquí en un primer tramo de su consolidación.

Con Rosa Galceràn, con una autora fundamental en la historia del cómic español, celebramos compartir lenguaje y vocación, nos sentimos felices de homenajearla y recorrer, en su seguimiento, una trayectoria profesional tan importante para nuestra historia como referente para comprender las construcciones que produce el género en la segregación. Nuestro cariño y nuestro aplauso para ella.


Marika Vila

domingo, 30 de noviembre de 2014

Premio de Honor AAC 2014 a Rosa Galcerán


Hace un año ya que entregamos el primer Premio de Honor a Nuria Pompeia y la Asociación  de Autoras de Cómic pasó de ser un proyecto a una realidad. Motivadas por la necesidad de un cambio en la industria del cómic, unas cuantas de nosotras decidimos empezar a caminar por nuestro propio pie, pero siempre de la mano de otras. Porque vimos que siendo conscientes del entorno, del contexto, de nuestras distintas situaciones en esto que llamamos industria del cómic y trabajando juntas por la visibilización del trabajo de las mujeres en el mundo de la viñeta, el cambio podía ser posible.

Y nos pusimos manos a la obra. En este primer año de vida, nos hemos comprometido con la lucha contra la Ley del Aborto del exministro Gallardón creando la plataforma Wombastic, un espacio de expresión para todas aquellas y aquellos que quisieron participar con su forma de mirar, de crear a través de la imagen su inconformismo hacia una norma que busca coartar la autonomía de las mujeres. También hemos comenzado un interesante proceso de autoconocimiento y organización: Nos reunimos todas por primera vez en Asamblea en el Salón del Cómic de Barcelona. Pero si de algo estamos orgullosas es de liderar la recuperación de autoras olvidadas por la historia del cómic; olvidadas por la crítica y por el público, pero no por sus hermanas de tinta.

Este ha sido una año importante para todas nosotras. Hemos vuelto al Comicca un año después de nuestra presentación en sociedad, emocionadas. Esta iniciativa -joven, luchadora e independiente- crece dándonos la mano y apoyando el sueño de un cambio social. Solo podemos daros las gracias, hermanas.


Rosa Galcerán, Premio de Honor AAC 2014

El Premio de Honor de la Asociación de Autoras de Cómic que entregamos este año es un puro acto de reivindicación histórica. Con él queremos hacer justicia con una de nuestras autoras más longevas: Rosa Galcerán tiene 97 años y la gran mayoría de ellos ha estado esperando un gesto de reconocimiento por parte del mundo de la historieta que, desgraciadamente, no ha llegado aún. Sirva este premio como excusa, como principio, como anuncio de una año de gestos hacia ella y su trabajo. 

Hace un mes, cuando le comunicamos a Rosa que le daríamos el premio, nos contaba feliz cómo dibujaba con sus hijos en su falda y algunos de los logros de los que se sentía orgullosa. También nos contó cómo se puso en duda siempre su capacidad para trabajar. "Se me cuestionaba, eran otros tiempos". Esos tiempos deben desaparecer para siempre.

Para que las cosas empiecen a cambiar hace falta compromiso. Un compromiso férreo de todas las personas implicadas en nuestra industria de cómic. Hombres y mujeres que, de verdad, quieran cambiar las cosas para que la cultura sea algo más que vender, vender y vender. Nosotras no nos vendemos. Nosotras creemos firmemente en que el cambio ha de ser a todos los niveles. Necesitamos que la divulgación, la crítica, el gremio de libreros y libreras, autoras y autores, editores y editoras sean conscientes del poder de cambio que tienen en sus manos y se involucren.

Como personas que crean, personas responsables de una imagen proyectada sobre el papel, debemos comprometernos con lo representado. Debemos trabajar para que nuestros personajes abandonen los estereotipos que nos perjudican a todos y todas, pues legitiman un sistema que nos atenaza. Trabajar la representación desde la perspectiva de género para darle la vuelta y empoderarnos; para inspirar a nuestras compañeras y compañeros; para inspirar también a las nuevas generaciones que llegan. 

Entrega del Premio de Honor AAC en la Asociación de la Prensa de Granada

La investigación, la crítica y la divulgación tienen aquí un papel más que importante: Recuperar a autoras históricas y difundir la obra de muchas que aún permanecen en la retaguardia  es una labor capital para la visibilización de una historia poblada por mujeres, todas ellas siempre adscritas a un discreto segundo plano que las ha empujado a estar fuera de la “foto finish” del Noveno Arte. Y qué decir de la edición, ¿se atreverán a apostar por una nueva generación de autoras, dispuestas todas ellas a transformar el mundo del cómic? 

La Asociación de Autoras de Cómic es esa voz. La voz de las conscientes, de las despiertas, de las unidas en hermandad para que todo cambie. Valga este premio a Rosa Galcerán para seguir en el camino. Porque, si todas y todos decidimos involucrarnos, en un futuro, esperemos que no muy lejano, dejaremos de emitir mensajes como éste y no tendremos que organizar festivales que denuncien la invisibilización del trabajo de las mujeres en el mundo del cómic. Si todo cambia, no tendremos por qué pelear por el reconocimiento público a una anciana que ha entregado toda su vida a un arte que, desgraciadamente, parece haberla olvidado.


ROSA GALCERÀN VILANOVA (Barcelona, 1927)


1937:
Primeras publicaciones en la revista Porvenir.

1942/ 1946: Se une a la productora Diarmo Films y colabora en las primeras películas de animación junto a Arturo Moreno: El capitán Tormentoso, Garbancito de la Mancha i Alegres vacaciones. Alterna este trabajo con colaboraciones en la revista Mis Chicas.

1946/ 1971: Ediciones Toray. Colección Azucena. Dibujante, guionista, fundadora y creadora de la colección.

Ilustradora y poeta ha publicado también el libro Poemes de Tardor (Ed. Poesia Viva, 1997) y Sons y Ressons ( Ed. Comte D’aure, S. L. 2004, eBook).



*Discurso pronunciado en la entrega del Premio de Honor AAC en el contexto del Comicca Fest el pasado 29 de noviembre del 2014. 

lunes, 17 de noviembre de 2014

Charlando con Dafne en ilustraLab: ¿Dónde están ellas en el cómic?


Desde la Asociación de Autoras del Cómic (AAC) queremos poner un tema sobre la mesa en el marco de ilustraLab: ¿dónde están ellas? Nos preguntamos por el lugar que han ocupado las mujeres en la historia del cómic; el lugar que ocupan en la industria de la historieta hoy.

Desde la AAC proponemos algo parecido a hacer Herstory (Historia de ellas). Pensar el cómic desde una perspectiva de género y hacer repaso de una historia que ha invisibilizado tanto a las grandes creadoras como a las profesionales técnicas, a la vez que se han silenciado representaciones femeninas abocadas a habitar los márgenes.

Desde un punto de vista crítico y constructivo, os invitamos a dialogar, a (re)conocer, a tejer redes y a crecer de forma inclusiva participando en Charlando con Dafne en ilustraLab el próximo 25 de noviembre, a las siete de la tarde, en La Casa del Lector (Matadero, Madrid).

Estarán con nosotras autoras, libreras, editoras y divulgadoras debatiendo sobre el lugar de ellas en el pasado y presente del cómic español. ¡Os esperamos!

lunes, 27 de octubre de 2014

"La edad peliaguda": Tres librer@s recomiendan cómics para niñ@s entre 4 y 10 años




En la exposición 'Metamorfosis', dedicada a los pioneros de la animación Starewitch, Svankmajer y los hermanos Quay es fácil encontrar padres y madres dispuestos a correr riesgos; progenitores y tutoras conscientes de que los niños y las niñas suelen estar más que dispuestos a querer mirarlo todo. En el congreso Mentes Femeninas no fueron pocas las compañeras que nos preguntaron por recomendaciones de cómic para los más pequeños y pequeñas. De este viaje, y alguna que otra conversación con amigas, surge el título de esta entrada: "la edad peliaguda".

La hemos llamado así no tanto por los infantes como por sus tutores legales. Conscientes de la preocupación de muchos de ellos y ellas por saber qué lectura puede ser la más interesante (no nos arriesgamos a decir "adecuada") para las cabezas rebosantes de ideas e imágenes de niños y niñas entre cuatro y diez años, le hemos pedido a tres amigas de la Asociación de Autoras de Cómic (AAC) que nos hagan unas sugerencias fruto de su experiencia y buen hacer a la hora de observar qué se llevan los más pequeños a leer cuando estos creen que nadie mira.


Desde Delirio librería y cómics, Such nos trae dos cómics para disfrutar sin acompañamiento de adultos: Los Señores Formas, un tebeo donde Denís, un niño de siete años, idea y dibuja las aventuras de un triángulo, un círculo y un cuadrado ("Nadie como un niño para hablar su idioma", dice Such); y El zoo de Antón que, junto con La Tirita (ambos de Juan Berrio), suponen una interesante opción para acercarse al mundo de la viñeta muda desde el punto de vista "mágico" e "inocente" de este autor.

Muchas obras no son concebidas para el público infantil, pero los niños y niñas que pasan por Delirio las escogen como sus favoritas. Such ha estado atento a sus elecciones:

Nina, de Agustina Guerrero: "Sorprendentemente, pese a ser una obra dirigida a un público muy específico (su titulo completo es Diario de una adolescente), en la librería goza de un pequeño ejercito de fans que, lejos de estar en plena adolescencia, suelen ser todos niños (que no niñas, por lo que va a resultar que el género es una construcción social)". 

Croqueta y Empanadilla, de Ana Oncina: Historias mínimas, en clave de humor, protagonizadas por dos híbridas. "Pese a estar presumiblemente pensada para un publico adulto, en la libreria gusta una barbaridad entre el publico de siete anueve años". Algo parecido ocurre con Bacon & Friends, tiras cómicas protagonizadas por un bulldog frances ideado por Josep Busquet y Ximo Abadía. "Otra obra que seguramente no se pensó para el publico mas joven pero que, al ser las aventuras de animales en formato cómic, se consigue un lenguaje sencillo y universal que gusta mucho a la clientela más joven". 

No obstante, en el marco de "extrañas elecciones", destaca este librero Curiosity Shop, una aventura de época enfocada a un público adulto de la que son responsables Montse Martín y Teresa Valero. Gusta entre los niños y niñas que bordean la pre-adolescencia. "Siempre me ha dado por pensar que se debe a su tremenda protagonista, Max Prado", subraya Such. 


Cuando el género es lo de menos

Para aquellas y aquellos que ya se las apañan con la lectura sin importarles demasiado el género de cómic que tienen entre las manos, el librero recomienda Las pequeñas aventuras de ¡Súper Jaime! y su cuadrilla, de Daniel Martínez de Leiva y Verónica Álvarez. "Desde como superar miedos infantiles o hacer los deberes haciendo uso de superpoderes que tienen mas que ver con nuestra imaginación y ganas de divertirnos que con picaduras de arañas o venir de extraños planetas". 

También está en esta lista Yotsuba to!, el manga de Kiyohiko Azuma, donde una pequeña muchacha de unos siete años nos hace partícipes de su delirante manera de ver el mundo. Marie Curie, dentro de la colección científicos de Jordi Bayarri; "un cómic al servicio de la divulgación que nos cuenta la historia de esta investigadora, su vida y sus logros en el difícil mundo de la ciencia. Nos quedamos con este cómic por ser la primera mujer en la colección, pero también se puede acudir a sus otros títulos, con Darwin, Galileo y Newton como protagonistas". Y Bandette, de Paul Tobin y la dibujante Collen Coover, un cómic con heroína enmascarada al frente, que resuelve los misterios que la autoridad no es capaz de solucionar.

De entre las apuestas del librero destacamos a Kate Leth, guionista, dibujante y librera feminista, y los cómics de Marceline y las divas del terror y Hora de Aventuras con Fionna y Cake. "Una pasada contar con ellas en estas dos imaginativas historias dentro del universo de Pendleton Ward, con las chicas como protagonistas y ese curioso juego del intercambio de sexo de sus personajes". 


Such también recomienda Bone, la serie de Jeff Smith, obra en la que coincide con otra de nuestras invitadas, Patricia, de la librería Mujeres y Compañía, que es más que leal a un clásico, Calvin y Hobbes, de Bill Watterson.

Su listado de sugerencias empieza con un reto, Lunch Lady, de Jarret Krosoczka. Publicado en la editorial Roca, solo que agotados. Nos asegura Patricia que "merece la pena intentar conseguir este cómic, donde una heroína con identidad secreta desarrolla sus aventuras en un colegio". De 7 a diez años. Repite Teresa Valero, ahora junto a Juanjo Guarnido, con Brujeando, "un cómic que revisa los clásicos tópicos de hadas y brujas en medio de relaciones muy humanas". Recomendado para infantes, al igual que Hilda y el trol, de Luke Pearson, editado por Barbara Fiore. Un cómic protagonizado por una chica a la que le encanta dibujar, como a su madre, que se dedica a ello de manera profesional. Y siguiendo con recomendaciones para los más pequeños, ¡El lobo ha vuelto!, de Geoffoy de Pennart, en la editorial Corimbo. Nos comenta Patricia que "no es exactamente un cómic (no delimita las viñetas; no hay globos de texto/diálogos), pero utiliza muchos de sus elementos para expresar las distintas situaciones". De esta misma fórmula expresiva bebe Tu fantástico y elástico cerebro, de Joann Deak y Sarah Ackerley, en la editorial Juventud. 

Para los que bordean la década o la tienen ya cumplida, Marieta, de Nob, "un cómic que nos narra a través de los recuerdos de la infancia de su protagonista, la época de entreguerras en la Francia más rural. Y para todas las edades, DownTown, de Rodrigo García y Noël Lang (ambas en Dibbuks). "Este es un cómic que refleja una forma de ver y habitar el mundo... y que es importante que los/las peques conozcan, pues trata un tema, el de las personas con síndrome de Down, que requiere no tanto que se integren en la sociedad, como que esa sociedad, que somos todas y todos, integre de veras la diversidad", precisa Patricia.

Concluye esta librera apasionada de los cómics con dos propuestas que, aunque se van un poco de "la edad peliaguda", considera importante destacar: Tamara, mi primera vez, y Nemi, la heroína gótica, dos cómics para adolescentes con hambre de viñetas.


Decálogo de ocho propuestas rápidas

Y terminamos con un decálogo de ocho sugerencias elaborado por Kika Piper, de El Molar, que coincide con Such, de la librería Delirio, en algunos títulos:

1. Los Mumin, colección de Tove Jansson (Cocobooks) - 8 años.
2. Ana y Froga vol. 1 y vol. 2. Anouk Ricard (Blackie Books) - 7 años.
3. De Postre, por Mauro Entrialgo (Fulgencio Pimentel) - 6 años.
4. El zoo de Antón, de Juan Berrio (Colección Mamut, de Bang) - 3 años.
5. La montaña mágica, de Jiro Taniguchi (Ponent Mon) - 9 años.
6. Los señores formas, de Denís Roca (Edicions de Ponent) - 3 años.
7. El Principito, de Joann Sfar (Salamandra) - 10 años.
8. Al final, de Silvia Nanclares y Miguel Brieva (Kókinos) - 7 años. 


Para que el decálogo nos quede en diez, quien suscribe este artículo se ha permitido sugerir dos títulos venidos del otro lado del Atlántico. Perteneciente a la tradición superheroica, la versión mini de Los Nuevos Titanes: Los Pequeños Titanes (ECC), o de cómo aprender a ser un héroe/una heroína desde la más tierna infancia. Y para que la acuarela entre por los ojos de los/las más pequeños/as, La Bruja Madrina, de Jill Thompson, uno de los títulos que más recomiendan artistas tan geniales como el propio Jeff Smith, autor de Bone, o el delirante Bill Sienckiewicz. Como apunte final, un cuento ideado por la propia Thompson, The Little Endless, que bebe del universo creado por Neil Gaiman, The Sandman. Eso sí, para leer en inglés. 


miércoles, 1 de octubre de 2014

Resumen del partido y nueva temporada en la AAC

Empezamos temporada en la Asociación de Autoras de Cómic (AAC). Los músculos se pusieron a tono en septiembre con el anuncio de la retirada del anteproyecto de reforma de la actual Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.



WOMBASTIC cerró sus puertas después de publicar más de 250 imágenes que se han esparcido durante estos meses por las redes y fuera de ellas: en la calle, en manifestaciones, en exposiciones y sobre papel. Se ha hablado de WOMBASTIC en medios nacionales e internacionales, y nos siguen casi dos mil personas en nuestra plataforma en tumblr. De nuevo, gracias. El archivo queda como prueba de la resistencia e insumisión de todo un colectivo.



Para hablar de resistencia e insumisión, de cómo la creación puede ser una forma de rebelión, fuimos invitadas a la mesa redonda del pasado GRAF Barcelona, titulada "Cómic político". También celebramos por aquellas fechas nuestra primera Asamblea General, en el marco del Salón del Cómic de Barcelona. Esto y mucho más puede seguirse a través de nuestros perfiles en Twitter y Facebook.

Para aquellos que os lo perdisteis, recordamos que nos invitaron a participar en la revista Mongolia. En la Feria del Libro de Madrid celebramos un Charlando con Dafne donde se habló de "Ellas" en la industria del cómic. La perspectiva de la autoría, la edición y la distribución puestas en común y debatidas en mesa redonda justo antes del corte veraniego. 




Esta nueva temporada comenzamos fuerte. El congreso Mentes Femeninas ha querido contar con la AAC para llevar a Granada nuestro punto de vista sobre el cómic. Para ir calentando motores, nos pidieron entrevistar a una mujer que conoce estos temas mejor que nadie. Promotora de la asociación, Marika Vila habla de cómic y mujeres en el siguiente video.





El primer fin de semana de octubre, otra de las promotoras de la AAC, Elisa McCausland, y una de las responsables de WOMBASTIC, Susanna Martín, estarán en este congreso hablando del cómic hecho por mujeres desde una perspectiva crítica y constructiva. Desde la Asociación de Autoras de Cómic, dispuestas a dialogar, a (re)conocer, a tejer redes, a crecer.

¡Comenzamos!

jueves, 29 de mayo de 2014

Machiko Hasegawa: La pionera del manga

Por Marc Bernabé

La explosión del manga para chicas en Japón se dio a partir de más o menos la mitad de los años 70, cuando por fin se incorporaron como profesionales jóvenes dibujantes que se habían criado con las historias de Osamu Tezuka y Shōtarō Ishinomori. Estas chicas, nacidas alrededor del año 1949, reciben el nombre de “Grupo del 24”, ya que el año 24 de la era Shōwa (reinado del emperador Hirohito) se corresponde con nuestro 1949, y proporcionaron al manga para chicas el estatus que por fin se merecía. Si hasta ese entonces el shōjo manga había consistido principalmente de historias más bien lacrimógenas sobre huérfanas, princesas que esperan a su príncipe, bailarinas de ballet (consagradas o aspirantes) y demás, fue a partir de la llegada en masa de mujeres dibujantes al manga cuando la calidad y variedad del manga para chicas aumentaría de forma exponencial e incorporaría todo tipo de temáticas, como la ciencia-ficción, el horror, la historia clásica o moderna, y lo que nos podamos imaginar.

Esta introducción sirve para que seamos conscientes de que los primeros 25 años de manga moderno (si consideramos que el “manga moderno” surgió a raíz de la revolución que Osamu Tezuka generó con su obra Shin-Takarajima en 1947) se escribieron sin casi participación de las mujeres y que incluso el manga para chicas estaba dibujado por hombres. El propio Tezuka, así como otros grandísimos pesos pesados de la historia del manga como Shōtarō Ishinomori, Fujiko F. Fujio, Fujio Akatsuka, Kazuo Umezu y muchos otros, dibujaron shōjo manga en los años 50 y 60. El motivo era básicamente el estatus de la mujer en Japón, que debía dedicarse a las labores del hogar y raramente trabajaba fuera de casa una vez contraía matrimonio. Por supuesto, dedicarse a algo tan “indigno” (en la época) como dibujar manga, y más si eras una chica, estaba mal visto por cualquier familia que se preciara, lo que dio como resultado que poquísimas mujeres, hasta mediados de los años 70, pudieran dedicarse a ello.

Como con todo, por supuesto hubo excepciones a esta norma, sobre todo una muy grande: Machiko Hasegawa. El nombre de Machiko Hasegawa (1920-92) es uno de los más prominentes en la historia del manga. De hecho, rompe el propio marco del manga y va más allá: es uno de los nombres más famosos de la posguerra japonesa y uno de los personajes más influyentes en la sociedad japonesa moderna. No sé muy bien si a Hasegawa se la puede considerar mangaka en el sentido más habitual de la palabra, puesto que su obra estuvo siempre centrada en las tiras humorísticas en periódicos, así que no es una autora “típica”, de las que publica en revistas de manga. Por lo tanto, está situada un poco entre lo que sería el manga, lo que sería la caricatura y lo que sería el “periodismo costumbrista inocente”.

[MachikoHasegawa1980.jpg]

Machiko Hasegawa, mujer modesta por naturaleza, fue discípula directa de Suihō Tagawa, el dibujante de manga más conocido en la preguerra gracias a su personaje Norakuro, un perro militar que en los años 30 llegó a ser considerado “el Mickey Mouse de Japón”. En el estudio de Tagawa, Hasegawa aprendería todo lo necesario para convertirse en una dibujante de manga profesional. Poco más tarde empezó a hacer sus pinitos dibujando historietas y en 1946 empezó a dibujar unas tiras diarias de periódico tituladas Sazae-san. En 1949, la serie Sazae-san pasaría a las páginas del periódico nacional Asahi Shinbun y no las abandonaría hasta 1974, cuando la autora quiso, por decisión propia, terminar la serie. Sazae-san se convirtió en un icono de la cultura popular japonesa y a menudo se la menciona como un verdadero documento de la posguerra japonesa y su posterior “milagro económico”. Así, en las primeras tiras, Sazae tiene que sufrir para conseguir cupones de racionamiento y recurrir a la picaresca para superar la miseria y la carestía de comida y mercancías, mientras que con el paso del tiempo se casa, tiene un hijo y se enfrasca en conseguir las “tres joyas de la corona” (televisor en blanco y negro, lavadora y nevera). En definitiva, va evolucionando junto a la propia sociedad japonesa.

Sazae-san es uno de los mangas más queridos por los japoneses. La popularidad de esta serie se pone de manifiesto sobre todo en su serie animada, en antena desde el año 1969 (y sigue en antena), récord absoluto de longevidad para una serie animada, y encima siempre se coloca como líder absoluto de audiencia cuando se emite, semana tras semana, los domingos por la tarde. Como anécdota personal, cuando le digo a algún japonés o japonesa de cuarenta o cincuenta años para arriba que me dedico a traducir manga y anime, hay muchos números de que una de las primeras preguntas que me haga sea “¿Y Sazae-san no la vas a traducir?” Lógicamente, ellos no se dan cuenta de que este anime es tan y tan costumbrista y “soso” para el gusto occidental que ninguna distribuidora se atrevería a comprar sus derechos, y tampoco ninguna televisión se atrevería a emitirlo por temor a un descalabro importante en las audiencias.

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Así pues, pese a las escasísimas mujeres dibujantes profesionales de manga que hubo en el largo período que va desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta mediados de los años 70, al menos una de ellas, Machiko Hasegawa, no solo consiguió ser reconocida, sino que además se erigió como una de las creadores más incluyentes y queridas de todos los tiempos.



Si quieres saber más, puedes visitar las varias entradas que le dedico en mi blog MangaLand:

lunes, 10 de marzo de 2014

Después del Día Internacional de la Mujer...


... seguimos trabajando. Pero antes de continuar, querríamos hacer un pequeño repaso a las últimas acciones de la Asociación de Autoras de Cómic (AAC), por si hay quien se ha perdido en la vorágine de los últimos días.

El pasado sábado 8 de marzo, en el contexto del Día Internacional de la Mujer, Barcelona y Vigo llevaron a las calles murales reivindicativos, cuyas imágenes del making of y versión final podréis encontrar en nuestro perfil de Facebook.

El periódico El País se hizo eco de los objetivos de la Asociación de Autoras de Cómic (AAC) en el artículo La cultura reclama su derecho a decidir y dedicó una galería de imágenes a la iniciativa Wombastic. La revista digital Graffica nos dedica un extenso artículo, donde también se hace hincapié en los principios de la asociación.

Y desde hace unas semanas, la versión digital del periódico Diagonal suma a su sección de humor gráfico, incisivo y activista, imágenes Wombastic. Pero, no cambien de canal, pues mucho y muy interesante todavía está por llegar.

miércoles, 12 de febrero de 2014

¡WOMBASTIC!




>> Spain's tough new abortion law advances after secret vote


Organised action against the proposed legislation has been taking place almost every other day across Spain. Petitions have been signed and and letters delivered to parliamentarians. A platform, Wombastic, has been created specifically to share pro-choice drawings.

The Guardian (12/02/2014)


>> Ilustraciones que abanderan la lucha contra la reforma del aborto 

La Asociación de Autoras de Cómic ha creado la plataforma Wombastic para compartir carteles, cómics y otras ilustraciones que combatan la reforma de la ley del aborto del ministro Alberto Ruiz-Gallardón. Sus trabajos pueden ser impresos y usados libremente en la calle en las próximas manifestaciones y movilizaciones en contra de la ley.

eldiario.es (09/02/2014)

sábado, 8 de febrero de 2014

Entrevista a Trina Robbins: "Ahora hay más mujeres dibujando cómics que nunca".

Por Jessica DeCamp
Cuando Trina Robbins era adolescente, su 
madre le dijo “Ya eres mayor. Los cómics son para niños, así que es hora de que tires tu colección”. Robbins, obediente, regaló su increíble colección de tebeos a lxs niñxs de su barrio. De esta manera, Robbins abandonó las historietas hasta que, años después, le llamó la atención un cómic psicodélico a página completa del periódico neoyorquino The East Village Other. Le parecía absolutamente maravilloso y lo firmaba Panzika: una mujer. Eso la impulsó a colaborar con el periódico con sus propios cómics, cosa que le fue dejando menos tiempo para su ocupación principal, una boutique de moda en el Lower East Side.


En el año 1970, Robbins dejó la tienda y marchó rumbo a San Francisco, donde comenzó a trabajar para el periódico feminista underground It Ain't Me, Babe y a colaborar con varios periódicos y fanzines. Poco después publicó
 la primera antología de cómics de mujeres, It Ain't Me, Babe Comix. En 1972 creó Wimmen's Comix, una antología de cómics underground de mujeres que se siguió publicando hasta 1992, en el que colaboraban dibujantes de la talla de Aline Kominsky y Phoebe Gloeckner. En el primer número, Robbins escribió la primera tira cómica sobre una mujer abiertamente lesbiana, "Sandy Comes Out". Desde entonces ha trabajado también para editoriales comerciales, siempre desde una perspectiva feminista.
En los últimos años ha centrado su trabajo
 en la investigación de las mujeres dibujantes a lo largo de la historia (A Century of Women Cartoonists, The Great Women Superheroes, From Girls to Grrrlz); un homenaje a las grandes olvidadas del mundo del cómic. 
Entrevistamos para Érase Una vez... los 70
 a Trina Robbins, la dibujante de cómics más influyente de la escena underground de Estados Unidos, para que nos contase cómo era el mundo de la historieta en los años setenta para las mujeres.

¿Cómo te empezaste a interesar por los cómics?

Mi madre era profesora de segundo de primaria y me enseñó a leer a los cuatro años. Yo leía de todo, incluso cómics. Cada semana, cuando me daban la paga, iba a la tienda de caramelos de la esquina y me compraba un cómic —siempre los que tenían heroínas como protagonistas, nunca súperhéroes masculinos, eso me aburría—.


¿Cómo era la escena de cómics en la que te movías en los setenta?

La escena de cómics underground de San Francisco a comienzos de los setenta era una especie de club de hombres. Al principio 
solo había dos mujeres dibujando cómics: yo,
 y una mujer llamada Willy Mendes. Las cosas comenzaron a cambiar poco a poco en 1972 cuando un grupo de mujeres, incluida yo, formaron el Wimmen's Comix Collective. En cuanto empezó Wimmen's Comix, recibimos propuestas de mujeres de todo el país, y lentamente se fue creando una red de mujeres dibujantes de cómics. Ahora, por supuesto, hay más mujeres dibujando cómics que nunca.

¿A qué mujeres admirabas en aquella época?

En el mundo del cómic en realidad no había mujeres a las que admirar. Conocí a Marie Severin y me habían hablado de Ramona Fradon, pero los cómics que dibujaban no me interesaban. Admiraba a mujeres que estaban metidas en política o feminismo como Gloria Steinem, Angela Davis o Betty Friedan.

¿Cómo era el ambiente en el periódico underground feminista It Ain't Me, Babe, en el que trabajabas en la época?
En ese momento no era consciente de que Babe era el primer periódico para la liberación de la mujer del país —pensaba que solo era el primero de la Costa Oeste. La redacción usaba solo sus nombres de pila, los apellidos eran considerados como "nombres de esclavitud". El ambiente era bastante relajado y un poco anarquista, con mucha hierba para fumar. Trabajar con las mujeres de Babe me dio el apoyo moral que necesitaba para producir It Ain't Me, Babe Comix. Solo me he dado cuenta años después de lo importante que fue ese cómic. Es una de las cosas de las que más orgullosa me siento.


La estructura de Wimmen's Comix Collective 
era horizontal y colaborativa. 
¿Estaba ligada esta manera de trabajar a tu ideología en ese momento?

Me alegraba mucho poder trabajar con otras mujeres después de haber estado solado durante dos años. Las editoras iban rotando, para que ninguna mujer pudiera dictar las normas ella sola. Cuando nos conocimos, revisábamos todas las propuestas juntas, y sorprendentemente solíamos coincidir en cuáles debíamos aceptar.


Sueles acudir con frecuencia a convenciones y charlas de cómic. ¿Nos podrías contar algún comentario especialmente emocionante o sorprendente que hayas recibido de tus fans a lo largo de los años?

Tras una convención en Seattle, me tomé un día adicional para dar una charla como profesora invitada en la clase de cómics de unx amigx. Después de la charla se me acercó una de las estudiantes y me dijo que de pequeña había sufrido abusos sexuales y que yo la había inspirado y fortalecido. Nos abrazamos y acabamos llorando. En otra ocasión fui a Inglaterra a participar en una mesa redonda sobre cómics benéficos, por StripAIDS USA, un libro para la concienciación sobre el SIDA que había coeditado. Me atreví a cuestionar un cómic LGBT publicado por la entonces mujer de Alan Moore, porque de todxs lxs autorxs americanxs que habían participado, ni unx solx era gay. Por supuesto, en el momento en el que critiqué algo que tenía que ver con Alan Moore el público se volvió muy hostil hacia mí, pero conseguí mantenerme firme y responder a la hostilidad de manera educada. Esa tarde, en una fiesta, se me acercó un joven gay y me dio las gracias por mis palabras.


Por último, tenemos muchas ganas de leer tu último libro, Pretty in Ink, en el que das un repaso a la historia de las dibujantes de cómics estadounidenses de 1896-2013. Mientras tanto, nos encantaría que nos dijeras si hay alguna autora cuya historia te interesó especialmente.
Todas las mujeres sobre las que investigué eran fascinantes a su manera, pero entre mis favoritas están Nell Brinkley, Tarpe Mills, Lily Renee y Gladys Parker, que es un caso especial porque tenía dos profesiones: dibujante de cómics y diseñadora de moda de éxito.




*** Esta entrevista se publicó en el fanzine "Érase una vez la cultura queer: los 70" de Una Buena Barba.